Un futuro "super poderoso" para el cine ecuatoriano
- Gilson Pinargote
- 18 jul 2017
- 6 Min. de lectura
El cine ecuatoriano se ha transformado en la última década con ayuda gubernamental y con fondos privados, la industria ha ido creciendo dando buenos productos como El pescador de Sebastián Cordero o con mi corazón en Yambo, de María Fernanda Restrepo. Culturizarte tiene las declaraciones de Jhonny Obando, reconocido cineasta y productor de Renacer Films, quien explica la situación actual del cine en Ecuador.
El Ecuador se ha transformado estos últimos años en varios sentidos, pero también en el ámbito cinematográfico ¿Cómo ves la evolución del cine en el país y cómo se encuentra en la actualidad?
A nivel de país está creciendo muchísimo desde dos vertientes. Una centralizada en Quito y la otra vertiente que es muy poderosa que está en Guayaquil y en ciudades de Manabí, donde se está haciendo mucho cine, pero para los cineastas independientes que no están recibiendo apoyo directo, qué es lo que se hace aquí en Guayaquil, el trabajo es arduo. Al recibir apoyo, los proyectos van a ser más elaborados, van a tener guiones y fotografías con una construcción más trabajada, los proyectos con presupuesto pueden contratar actores nacionales o internacionales. Y si se trabaja sin presupuesto y no se detiene, qué va a pasar cuando se comience a tener recursos. Este año se vienen muchísimos trabajos guayaquileños largos y cortos que se han hecho sin presupuesto.
El público ecuatoriano está acostumbrado y prefiere ir a las salas donde se proyectan películas extranjeras ¿Hay interés por los ecuatorianos por el cine nacional?
Yo se lo atribuyo al presupuesto, si un cineasta que no tiene dinero quiere proyectar sus películas en salas, se va a encontrar con varios problemas, el primero las salas cobran seiscientos dólares por proyección, y si no tiene plata no hay posibilidad, sin auspicio no hay garantía mayor que llegue a la sala y si llega por algún motivo, tal vez agarrare una o dos salas por solo dos fines de semana.
Por otro lado, al no tener dinero también se tendrá poca publicidad y al no haberla la ciudadanía no se va a enterar, tendría que diseñar planes estratégicos para que la ciudadanía se entere que estas películas están en la salas de cine. Las temáticas, del mismo modo, son muy reiterativas, muy monotemáticas, mucha gente salió decepcionada después de las proyecciones en 2007 del entonces CNcine, hoy Instituto de Cine y Creación Audiovisual (ICCA). Y eso no ha ayudado a los nuevos cineastas que están realizando trabajos audiovisuales.
¿Cuáles son las recomendaciones óptimas para tener mayores audiencias y llenar así las salas de cine?
Estoy a punto de lanzar mi nueva película Nice Guy Julio, y la productora Renacer Films se quedó sin un dólar, no hay presupuesto para promocionar absolutamente nada, ni siquiera para pagar campañas publicitarias en Facebook y tener más seguidores. Se habló con gente de la Facultad de Comunicación Social (Facso) para que ayuden con volantes y auspicio. Ellos colaboraron con cinco mil volantes que se repartieron en cada una de las aulas de la facultad, y de esta manera conseguir más seguidores. El plan es ir a todas las universidades de Guayaquil para que conozcan el proyecto y estos a su vez atraigan a más personas.
Sí se trabaja unas cuantas horas con gente con potencial y súper creativa, pueden surgir ideas de cómo llevar gente a las salas de cine sin tener mucha plata para promocionar.
Para la financiación de los proyectos audiovisuales ¿Existe ayuda por parte de la empresas privadas y públicas?
Sí, definitivamente tal vez no todos tengan la posibilidad, pero es importante tener presente que la empresa privada está interesada en películas comerciales y si no lo son, no se las va a apoyar, las empresas no se arriesgan a patrocinar proyectos poco comerciales porque piensan que no van a generar el interés y no se va a obtener los beneficios de lo invertido.
Por su parte, las instituciones o empresas públicas como el ICCA, Ministerio de Cultura y Patrimonio apoyan con fondos públicos anualmente, haciéndolo mediante concursos, proyectos cinematográficos y consiguiendo así los recursos para realizar trabajos cinematográficos
¿Qué beneficios tiene para un cineasta participar en eventos como el Festival Internacional de Cine de Guayaquil?
Ahora se está trabajando mucho en la creación de público, hay muchísima gente que no tiene la oportunidad de ver películas debido a que muchos de los cineastas tardan seis meses a un año construyendo una película y no tienen la ventaja de presentarla en ningún lado. Entonces eventos como el Festival Internacional de Cine de Guayaquil (Festicine) u otros que hay en el país o en el exterior son una vitrina para estos cineastas que no tienen las posibilidades por las circunstancias que sean.
El Festicine apoya mucho al talento local y nacional, de hecho lo primero es Guayaquil. En líneas generales, los trabajos que tienen más categoría son los guayaquileños.
En el festival existen eventos paralelos como “Cine en construcción”, donde los cineastas presentan sus nuevas propuestas para poder conseguir apoyo financiero, patrocinio, intercambio y canje. Este año se amplió las posibilidades de apertura para trabajos internacionales, así como el Guayaquil Lab que es un laboratorio de guión cinematográfico para cineastas locales, nacionales e internacionales donde el guionista tiene la posibilidad de inscribir su guión en el festival, y si queda seleccionado entra a ser parte del laboratorio. El guión será pulido y adquirirá todas las herramientas para que siga concursando y vaya generando fondos para la realización de la película.
Con el resurgimiento del cine en el país ¿Una persona tiene posibilidades de trabajar en el ámbito cinematográfico y vivir de esto en Ecuador?
Bueno es un terreno difícil, pero a pesar de lo complicado que es sí hay posibilidades. Hay amigos que trabajan y viven haciendo cine. La publicidad da más, un asistente de dirección de empresas publicitarias ganan muy bien mucho más que los que se dedican al cine. Estas mismas personas hacen este tipo de trabajos por la buena remuneración. Hay gente que se está moviendo muchísimo en Quito, Guayaquil y en las otras provincias siempre hay posibilidades. Es complejo porque no hay industria y falta reorganizar, reeducar y construir. Hay muchísimos gestores en Guayaquil y en Ecuador, y se está trabajando en base a ello.
¿Qué tan importante es la formación académica dentro del mundo cinematográfico?
Es muy importante, necesario e indispensable educarse, porque por lo menos en la dirección cinematográfica el guión tiene elementos que deben ser estudiados en su totalidad. Hay formas de hacer las cosas específicas, y en el proceso educativo se puede ir adquiriendo su propio estilo, magia y onda. Tal vez la producción es una cuestión de práctica, pero la parte creativa como la dirección de arte. Por ejemplo, si hay alguien que tiene el talento para la música debería pulirlo, es importante que lo pula para que eso llegue muy lejos.
Cuando se comienza a realizar un trabajo fílmico, las cosas no son tan sencillas ¿Cuánto tiempo se invierte en la producción y postproducción de un material audiovisual?
Muchísimo, primero si tu trabajo no tiene fondos económicos y lo estás haciendo sin estos va a ser mucho más extenso el tiempo porque tienes que dedicarle tiempo a otras actividades que te generen ingresos. Hay trabajos que no tienen presupuesto y que tardan más de ocho meses. Cuando hay recursos es menos la labor. No deja de ser igual de compleja porque para conseguir has trabajado muchísimo antes. Y cuando se concursa piden muchos papeles sinopsis largas, sinopsis cortas, elenco, tratamiento de tantas páginas y en algunos concursos te piden tratamientos de diez, veinte y cincuenta páginas. Para agarrar plata para un proyecto trabajaste un mundo de horas sea que lo consigas o no.
¿Cómo es el proceso de distribución y todas las herramientas que se presentan en él?
Como en Ecuador no hay industria, hay dos empresas encargadas de la distribución y adquisición de derechos, que venden tu película en DVD. La cuestión de llevar a salas de cine o festivales la puede hacer el propio cineasta o encargado. Llegar a los festivales y distribuirla es bastante accesible si la película está bien hecha y construida.
Distribuir en salas comerciales requiere dinero, por lo general los cines piden que las películas sean presentadas en DCP, cuesta un poco y si no hay recursos no se podrá ir a las salas de cines, porque no te piden ni en DVD ni en Blu Ray.
Además, en las salas de cine se les piden a las personas que se encarguen de la promoción, y si no tienes plata para hacer afiches o volantes o estar por allí por la ciudad para que la gente conozca el trabajo. Nadie va a ir a ver el producto audiovisual porque nadie sabe de eso.
Muchos cineastas locales han logrado grandes cosas presentando sus propuestas por la televisión por cable, sobre todo el cine latinoamericano. Ahí, hay bastantes posibilidades y a nivel nacional las hay también. Ecuavisa y Ecuador Tv ponen los trabajos de varios compañeros que han estado en el festival, pero no son todos. Obviamente, se hace un filtro que es cuestión de calidad, guión o cosas que quieran contar a la comunidad, porque esto tiene sus restricciones. Es un poco complejo. Se necesita plata para distribuir una película, pero también están las alternativas en línea como YouTube, Vimeo que son fuentes de distribución que de cierta forman dan a conocer los trabajos de la gente nueva, y son alternativas muy buenas.
¿Cómo ves el futuro del cine ecuatoriano definiéndolo en una sola frase?
Super poderoso, si se sigue así, trabajando con la pasión con la que se lo está haciendo. A veces obviando la cuestión económica, aunque no hay que obviarla, porque todos los cineastas quieren vivir de esto. Hacer cine aquí en Ecuador va a ser super poderoso.
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